votar ni participar en el simulacro electoral del 22 de abril |
El régimen dictatorial de Nicolás Maduro pretende mantenerse en el poder a fuerza de engaño, represión y tramposería. No se conforma con haber llevado la ruina, la pobreza, la hambruna y el caos a nuestro país, sino que ahora pretende alargar seis años más esta agonía. Amparándose en la espuria asamblea constituyente, el cne, el tsj y el alto mando militar, viola las normas constitucionales y legales y convoca una FARSA reeleccionista para el 22 de abril de este año, evento que no llega ni a simulacro de democracia y mucho menos a ser espacio para escogencia libre y transparente que exprese la voluntad de los electores.
Nuestro llamado es a que la propia gente, en una postura de
desobediencia y de protesta, desconozca esta irregular e írrita seudoelección,
tanto negándose a ir a votar como pronunciándose abiertamente contra esta nueva
agresión al poder soberano del pueblo. Desde ya debemos promover y organizar
espacios para el debate y para la coordinación de acciones, en un vasto
despliegue de asambleas de ciudadanos y amparados en los artículos 333 y 350 de
la Constitución, los cuales nos facultan para actuar ante la continuada y
persistente violación de nuestra Carta Magna. Dichas asambleas deben extenderse
en todos los lugares de estudio, de trabajo y de residencia y nombrar equipos
de dirección autónoma que le den continuidad a las acciones hasta derrotar a la
dictadura. Solo un poder de base de la sociedad puede dar continuidad y
sostenibilidad a la lucha por el cambio político y por la reconstrucción de
nuestra patria.
Desde hace más de un año, Bandera Roja ha venido proponiendo
la construcción de una UNIDAD NACIONAL que atienda —con aliento histórico,
amplitud, sindéresis y eficacia— la búsqueda del cambio y que pueda integrar
las distintas formas de lucha y las distintas líneas de acción en un solo
torrente suficiente para salir de esta pesadilla, lo cual necesariamente pasa
por salir de Maduro y su camarilla de mafiosos. Esa unidad no debe quedarse en
el logro de este solo objetivo, sino que deberá apuntar a la reconstrucción del
país con un sentido de progreso, desarrollo y justicia social, y en el marco de
la defensa de la democracia, la soberanía y la independencia.
Es tiempo de que los venezolanos volvamos a levantarnos en
masa contra estas tropelías y esta ignominia. Si el clamor y la protesta de las
mayorías nacionales caen en oídos sordos, entonces hagamos entender a las
mafias gubernamentales que aquí hay un pueblo que se respeta, un pueblo con
dignidad y con suficiente valentía para no ceder ante amenazas y chantajes. Es
hora de desplegar una nueva Rebelión Democrática, con mejores articulaciones,
con mayor amplitud y con una sabía dirección que sepa conjugar las luchas a
diversos niveles y en diferentes escenarios, para que todas confluyan en el
desplazamiento de la dictadura.
¡Rebélate o te matarán de hambre!
¡Desechar las ilusiones, prepararse para la lucha!
BANDERA ROJA (resistencia)
Dirección Nacional / Caracas, 20 de febrero de 2018
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